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 — Actualización de los sistemas de clasificación nacional de datos

Es necesaria una revisión de los sistemas de clasificación de diferentes organismos públicos como son la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) en relación al sector económico del diseño.

El desglose actual de los epígrafes del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), sin presencia de la mayoría de especialidades de diseño, y la dificultad de trabajar con la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO) puesto que en sus encuestas no incluyen ciertos parámetros decisivos a empresas, complica especialmente la medición del sector a través de fuentes oficiales.

Es responsabilidad de la administración a través de la AEAT ofrecer una solución para las empresas que están dadas de alta en el CNAE 7410 (actividades de diseño especializado) y que sin embargo no encuentran correlación coherente de estas actividades con epígrafes de IAE. Actualmente no existe ningún epígrafe fiscal que haga referencia al diseño gráfico, de producto o nuevos medios, entre otros.

En cuanto a la CNO se ha constatado que sus encuestas no reflejan la realidad del diseño. Cosa preocupante cuando esta clasificación es la que garantiza el tratamiento de la información estadística sobre ocupaciones en el ámbito nacional y su comparabilidad internacional y comunitaria, así como la medición del sector.

— Divulgación del CNAE 7410 como epígrafe del diseño

Todos los agentes implicados en asegurar una correcta medición de la realidad empresarial deberían favorecer la adscripción de profesionales y empresas del diseño al epígrafe del CNAE 7410 (actividades de diseño especializado).

La Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) se utiliza para identificar los sectores económicos con el objetivo de elaborar estadísticas. La medición económica de un sector es fundamental para ser reconocido en su magnitud y así lograr su incorporación, por ejemplo, en planes e iniciativas de apoyo público. Un sector dimensionado a la baja, es un sector de oportunidades públicas perdidas. Y esto, en parte, sucede en el diseño.

Es necesaria una adecuada comunicación a través de campañas de concienciación dirigidas a los profesionales y empresas del diseño pero también a los gestores y consultores de empresa sobre la necesaria inscripción para todo aquel que ejerza actividad de diseño especializado en el CNAE 7410. Entre otras cuestiones se debería de informar sobre la necesidad de hacer constar en las escrituras de constitución de las sociedades y en los acuerdos sociales el CNAE correspondientes. Y en caso de querer actualizar el dato se recomienda hacer la correspondiente gestión también en el Registro Mercantil.

También es importante constatar que el sistema de datos estadísticos que ofrece el INE a través del CNAE no refleja todos los epígrafes de las diferentes actividades económicas en las que puede estar dada de alta una empresa. Las estadísticas solo se basan en la actividad principal declarada por la empresa, que es aquella que contribuye en mayor medida al valor añadido generado por ella. En el caso del diseño, encontramos una dificultad evidente. No fue hasta el año 2009 cuando se incorporó en el CNAE el epígrafe 7410. Con lo cual, se intuye que la mayoría de empresas de diseño constituidas anteriormente a ese año estaban (y seguirán) dadas de alta en un epígrafe de actividad económica principal diferente a la correspondiente a diseño especializado. Urge una actualización de todas estas empresas al CNAE 7410 como actividad principal.

— Mayor detalle en los datos estadísticos

Cabe plantear como sugerencia un tratamiento de la información de las estadísticas oficiales en mayor detalle. Ya se ha comentado que el sistema de datos que ofrece el INE basado en el CNAE no refleja todos los epígrafes de las diferentes actividades económicas en las que puede estar dada de alta una empresa, tan solo utiliza para sus estadísticas la actividad principal declarada por la empresa.

Sería interesante que desde esta entidad pública se valoraran dos opciones que pueden contribuir a una mayor clarificación y reflejo de la realidad económica. Por un lado, posibilitar la obtención de la información de todos los epígrafes a los que está adscrita una empresa, bien sea la actividad principal, o bien la secundaria. Por otro lado, facilitar la modificación del CNAE principal de una empresa si ésta así lo solicita.

— Fomento de las políticas de innovación a través del diseño para aumentar la productividad de las empresas

Partiendo de los resultados de este informe de los que se extrae que a mayor uso del diseño existe mayor grado de innovación en la empresa y también mejores expectativas económicas se presume que el apoyo al diseño mediante planes de innovación a la empresa generará mejoras productivas en el sector económico.

Nuestra investigación refleja también la existencia de un amplio potencial de expansión en el uso profesional del diseño por parte de diferentes sectores económicos. En la medida en que esta realidad cale en el tejido empresarial valenciano cabe esperar una mayor orientación a incorporar el diseño como una herramienta normalizada en la gestión.

Se requiere pues el apoyo de la administración pública para implantar iniciativas al fomento y conocimiento del uso del diseño a través de las políticas de innovación destinadas a los sectores industriales, de servicios y comercio. En este sentido ha habido un cierto avance, pero es necesario el establecimiento de más y nuevas líneas de vinculación entre el diseño y las empresas.

— Deducción de la innovación no tecnológica

En España, la Agencia Tributaria ofrece a las empresas la deducción por actividades de investigación y desarrollo e innovación tecnológica en el Impuesto sobre Sociedades. En el artículo 35 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades se especifica con exactitud qué actividades tienen la consideración de investigación y desarrollo, y de innovación tecnológica.

A pesar de que algunas actividades de diseño están presentes explícitamente en la redacción del artículo, incluyendo el diseño de procesos o sistemas de producción, el diseño del muestrario para el lanzamiento de nuevos productos, la materialización de los nuevos productos o procesos en un diseño o la creación de prototipos, dichas actividades están contempladas únicamente en el contexto de la innovación estrictamente tecnológica.

Es urgente que en el texto de esta Ley del Impuesto sobre Sociedades, como en cualquier otra medida gubernamental de incentivo a la innovación, desaparezca el apellido tecnológica y se contemplen los cuatro tipos de innovación que define el Manual de Oslo: innovación en productos, en procesos, en marketing y organizacional. El diseño, en todas sus disciplinas, contribuye –como lo hace la tecnología– a los procesos de investigación, desarrollo e innovación. La aplicación de incentivos fiscales a las actividades de diseño tendría un impacto muy positivo en la mejora de la innovación y la competitividad de las empresas de nuestro país, y muy especialmente del tejido productivo valenciano.

— Mejora del sistema de enseñanza del diseño

De la investigación realizada en el ámbito académico se detectan grandes oportunidades para mejorar la formación en diseño. En primer lugar, se debe favorecer la vinculación entre el ámbito académico y el profesional. En este sentido, es imprescindible, por un lado, la participación efectiva de los diseñadores en ejercicio en la enseñanza de los futuros diseñadores. Por otro lado, que las administraciones relacionadas con la educación desarrollen los marcos legales que posibiliten las prácticas curriculares en empresas de todas las titulaciones regladas sobre diseño, velen por la obligatoriedad de la realización de estas prácticas externas y faciliten la participación profesional en los programas de formación reglada a través de su contratación para la impartición de cursos, seminarios o talleres.

En segundo lugar, cabe instar a la creación de una plataforma de intercambio de información que impulse la movilidad de estudiantes y profesores, los intercambios, los proyectos de investigación y las oportunidades, tanto a nivel nacional como internacional.

En tercer lugar, deberían promoverse modelos de acceso a la formación permanente de los profesionales mediante la participación de los centros de formación y los agentes sociales del diseño en la definición y puesta en marcha de planes de aprendizaje continuo para los diseñadores. Para llevar adelante esta recomendación es necesario recopilar, desarrollar y compartir nuevos formatos, metodologías y currículos para la enseñanza en diseño y la mejora de sus competencias.

— Y además se sugiere…

• La creación de un Observatorio del Diseño que se encargue de la continuidad de estudios sobre la medición de la economía del diseño, el desarrollo de políticas y estrategias públicas basadas en diseño, el fomento de investigaciones sobre formación y el asentamiento de las bases de un plan de acción del diseño valenciano.

• En futuros estudios sobre la economía del diseño basados en fuentes primarias se debería vincular el impacto del diseño con el posicionamiento de las empresas en la Design Ladder.

• Una relación más directa y un mayor intercambio de información entre las asociaciones del sector productor de diseño y los diferentes organismos públicos encargados de promover la internacionalización. Además de solicitar que los programas de apoyo a la internacionalización se planifiquen, para ser realmente efectivos, acorde a las demandas del sector, y no a la inversa.

• Promover investigaciones sobre la inserción profesional de los alumnos egresados para poder analizarlos resultados de la formación reglada. Ello excede el ámbito de posibilidad de los centros de enseñanza y debería ser, por tanto, labor de la administración u organismos independientes responsables de estudios de población.

• Modificar la traducción española «Dibujo o modelo comunitario» referente a la denominación «Community design» de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) por una más acorde a su significado original. Esta errónea interpretación del término inglés contribuye a la invisibilización del diseño y dificulta las opciones de mejora para que esta protección sea más acorde a las necesidades del sector.

• Los resultados del presente informe deben difundirse al conjunto del sector empresarial, especialmente al de la Comunitat Valenciana, a través de todos los canales disponibles. Uno de los principales objetivos de esta investigación ha sido contribuir al desarrollo de iniciativas que conlleven un aumento de la productividad en nuestra región. Cabe esperar que, si las empresas tienen acceso a la información contenida en el informe que establece el uso del diseño como factor de éxito empresarial, lo incorporarán en mayor grado a sus estrategias y, por tanto, aumentará el rendimiento sectorial.